“Tras las Huellas del Padre Boisdron, un hombre de Dios y de su tiempo”
Iniciamos un año Boisdroniano, un año de jubileo por conmemorarse el 100 aniversario del fallecimiento de Fray Ángel María Boisdron OP.
No podemos pensar a Tucumán sin el aporte del padre Boisdron, tengo la convicción, y las fuentes lo acreditan, de que Tucumán hubiese sido muy diferente sin el Fraile francés que se enamoró entrañablemente de estas tierras y, obedeciendo misiones fuera de Tucumán, siempre imploró volver.
Este joven fraile de 31 años, luego de varios días de viaje y de hacer varias combinaciones en tren de carga desde Bs. As., llegó a Simoca, dado que entonces el tren de pasajeros no ingresaba a San Miguel. No fue fácil lo que le esperaba; entre otros desafíos se encontró con el problema del idioma, al comienzo, los sermones los pensaba en francés, los traducía al latín y luego los hacía traducir al castellano. Con el tiempo, logró un excelente dominio de la lengua castellana, pero nunca dejo su acento francés.
De modo muy sintético, enumeraremos los aportes que realizó el P. Ángel María Boisdron en Tucumán, durante los años 1876 a 1924:
- Reabrió la vieja escuela de Santo Domingo, en el año 1878, algunos niños de la sociedad tucumana que concurrieron a ella fueron, Ernesto Padilla, Vicente Gallo, Miguel Padilla, Luis Sobrecasas, etc.
- Inauguró el actual templo de Santo Domingo, en octubre de 1884.
- Fundó el Asilo de Huérfanas, en unión con la madre Elimina Paz de Gallo, dando respuesta a los estragos del cólera de los años 1886 y 1887.
- Fundó las Hermanas Terciarias Dominicas en el año 1888.
- Fundó la Sociedad “Hijas de María”.
- Fundó la Sociedad “Rosario Perpetuo”.
- Fundó el primer periódico dominico de Tucumán, la “Hoja del Rosario”, que redactó y dirigió por mucho tiempo.
- Fundó la Milicia Angélica.
- Fundó la Cofradía de San José y de la Buena Muerte.
- Fundó el primer postulantado de novicios que hubo en el convento.
- Fundó el primer Centro Católico de obreros de Tucumán, que funciona en el Convento de Sto. Domingo, en el año 1895, proclama su célebre discurso “La Cuestión Social” en el año 1896.
- Ante el debate legislativo sobre el divorcio civil, y, por pedido de Mons. Espinosa, Arzobispo de Bs. As., da una serie a conferencias sobre el matrimonio en la catedral metropolitana y es consejero del joven diputado tucumano Ernesto Padilla y resultó rechazado el proyecto del divorcio por 50 votos contra 48.
- Tuvo gran influencia en la formación de varios hombres de la generación del Centenario, como el Dr. Juan B. Terán, fundador de la Universidad de Tucumán, el ya mencionado Dr. Ernesto Padilla, Gobernador de Tucumán, entre otros.
- Adquirió grandes dotes de orador, resaltadas por su discípulo Juan B. Terán, dio centenares de conferencias, polemizó, escribió libros y artículos en periódicos, fue predicador y profesor en Tucumán, Córdoba, Buenos Aires y en Friburgo Suiza.
- Participó además de varios Capítulos de la Orden Dominica, viajando por varias ciudades europeas.
Siguiendo a nuestro Fundador Fray Aníbal Fosbery OP, podemos decir que Boisdron fue un “hombre de pensamiento” porque nunca dejó de estudiar y, como buen hijo de Domingo, predicaba desde lo contemplado; fue un “hombre de acción” porque no se quedó en el convento, fundó todas las obras que las circunstancias le exigieron y fue un “hombre de hombres” porque, por su personalidad y testimonio, generó gran atracción en jóvenes y adultos dejando su huella de gran formador, que con corazón y razón prodigiosa, pastoreaba sin problema desde gobernante y dirigentes, hasta obreros y huérfanos.
Quizás sea muy difícil analizar todo lo que el padre Boisdron influyó en cada persona que tuvo la suerte de encontrarse con el fraile, pero podemos aventurar que sus aportes perennes a esta sociedad tucumana fueron:
- Su abundante magisterio.
- La fundación de la Congregación de la Hnas. Dominicas, que, con su incansable labor de varios centros educativos, continúan acogiendo las nuevas orfandades.
- La formación de varios hombres de la Generación del Centenario, que forjaron los grandes proyectos del Tucumán del inicio del siglo pasado.
Hoy, en los 100 años del Aniversario de su fallecimiento, como colegio recordemos, que “Un nombre marca un destino”, sigamos las huellas del padre Boisdron, para que, imitando su testimonio, seamos hombres de Dios y de nuestro tiempo.
Dr. Pablo Graffigna – Director general