“Dar de lo recibido”, fue el lema de la misión realizada por los alumnos de 6° año de nuestro colegio los días 28, 29 y 30 del mes de junio.
La misión se centró en la enseñanza de Jesús en el Evangelio, donde les dice a sus apóstoles: “Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente”. Esta frase se dio en el contexto del envío de los apóstoles para anunciar el Reino de los Cielos, sanar enfermos, cuidar a las personas, y proclamar el amor del Hijo de Dios. A lo largo de muchos años, los alumnos han recibido numerosos dones y favores, provenientes de sus familias, de personas queridas y del propio colegio. Por ello, la misión representa un modesto esfuerzo por devolver algo de lo recibido, así como por compartir entre ellos y cerrar una etapa significativa en sus vidas.
Durante la misión, tuvieron la oportunidad de visitar familias en el pueblo de Chuscha, compartiendo con ellos, escuchando sus historias y transmitiendo el mensaje de Jesús. Organizaron una tarde de actividades para niños, jóvenes y adultos en la escuela donde se alojaron, culminando con la recitación del Santo Rosario juntos, dedicando sus intenciones por aquellos que se acercaron. Al día siguiente, celebraron la Santa Misa en la capilla del pueblo.
Durante toda la misión, la presencia de Jesús en la Eucaristía los guio en un sencillo oratorio que improvisaron en uno de los salones de la escuela. Pasaron la noche en adoración y rezaron por las diversas intenciones de las personas, así como por las suyas, acompañando a Jesús que siempre nos acompaña a nosotros.
La preparación para la misión fue intensa y enriquecedora, marcada por un proceso de aprendizaje, dado que era la primera vez que se realizaba y por ello enfrentaron desafíos significativos.
Los estudiantes se organizaron en equipos diversos, como liturgia, logística y actividades, trabajando diligentemente para preparar cada aspecto de la misión.
Los docentes que los acompañaron desempeñaron un papel crucial tanto en la fase preparatoria como durante la ejecución de la misión. Además, recibieron generosas donaciones de diversas personas, las cuales pudieron llevar al pueblo y utilizar para beneficio de la comunidad.
Esta actividad es parte de nuestro proyecto educativo, una experiencia única que invita a nuestros jóvenes a vivir el llamado de Cristo, a seguirlo y anunciarlo. Quisiéramos que tengan la oportunidad de brindar a otras personas algo de lo mucho recibido a modo de semillas que fueron creciendo a través de campamentos, sacramentos, formación y vínculos entre amigos.
El retiro realizado con los mismos alumnos hace un año, fue el germen de esta misión que dio más frutos de lo esperado, tanto para nuestros misioneros como para la gente que los recibió en sus casas.
Además de ser una experiencia de compañerismo, generosidad y espiritualidad, este espacio diferente de aprendizaje, enriqueció a todos los que participaron de él, en sus diferentes momentos: planificación, desarrollo y evaluación.